6 eventos que darán forma a la política filipina en 2015

Si 2014 fue el año en que Filipinas luchó por recuperarse del devastador impacto del tifón Haiyan (Yolanda), ¿qué podría esperar a la política filipina en 2015?

1. La visita de estado y el viaje apostólico del Papa Francisco fue un impulso espiritual muy necesario para muchas personas en Filipinas, la nación católica más grande de Asia. Visitó a las víctimas del tifón Haiyan, interactuó con los jóvenes y los niños de la calle y habló sobre la pobreza y la corrupción escandalosas frente a los principales líderes del país. ¿Prestarán atención los políticos al recordatorio del Papa de rechazar toda forma de corrupción que desvíe los recursos de los pobres? El Papa pasó solo cinco días en Filipinas, pero ya ha tenido un gran impacto en la política local.

2. Una vez que el Papa Francisco abandone Filipinas, marcará el inicio no oficial de la campaña para las elecciones presidenciales de 2016. Habrá intensas disputas entre los políticos en los próximos meses. Se espera que la coalición gobernante consolide sus filas y su maquinaria electoral mientras margina agresivamente a la oposición política. Pero aunque el presidente Benigno Aquino III sigue siendo popular, constitucionalmente se le prohíbe postularse nuevamente y sus aliados van detrás del líder opositor y vicepresidente Jejomar Binay en las encuestas preelectorales.

3. La disputa con China por las conflictivas reivindicaciones territoriales y marítimas en el Mar de Filipinas Occidental (Mar de China Meridional) sigue siendo la principal agenda que seguirá planteando Filipinas en la región de Asia-Pacífico. Filipinas ha presentado un caso ante el Tribunal de Arbitraje de las Naciones Unidas contra las reclamaciones de propiedad de China. Esto inspirará aún más a los filipinos a movilizarse contra lo que ven como el comportamiento intimidatorio de China en la región.

4. Los próximos seis meses son cruciales para implementar la hoja de ruta para la paz que el gobierno ha elaborado en cooperación con los líderes del Frente Moro de Liberación Islámica. El desafío inicial es aprobar la Ley Básica de Bangsamoro en el Congreso sin que se diluya; y convencer a los juristas y críticos de que no viola la Constitución de 1987. Si Aquino logra establecer la autoridad de transición de Bangsamoro antes del final de su mandato el próximo año, será un gran legado de su administración.

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Otra iniciativa que Aquino puede emprender es la reanudación de las conversaciones de paz estancadas con los rebeldes comunistas.

5. La experiencia económica de Filipinas estará bajo el escrutinio mundial mientras se prepara para albergar la cumbre anual de la Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC). Aquino anunció anteriormente que el tema de la reunión de APEC de este año es Construir economías inclusivas, construir un mundo mejor.

A medida que el clamor por el progreso que no deja a nadie atrás resuena en todo el mundo, Filipinas tiene la oportunidad de establecer un ejemplo mundial de inclusión este año, dijo Aquino. Pero si bien está orgulloso de los sólidos fundamentos económicos del país, los críticos probablemente recordarán a los participantes de APEC sobre el fracaso de la economía bajo Aquino para resolver la pobreza y la profunda desigualdad en la sociedad.

La última vez que Manila fue sede de la cumbre APEC fue en 1996.

La integración económica planificada de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN 2015) será otro evento importante, pero aún está por verse si ocupará un lugar destacado en la política del país o no.

6. La recuperación de desastres será una prioridad para los gobiernos nacionales y locales. Aquino no puede permitir que continúe el lento ritmo de rehabilitación en las ciudades afectadas por Haiyan si quiere obtener una mejor evaluación de su administración. Su liderazgo estará definido por el éxito o el fracaso de su programa de recuperación ante desastres en Samar y Leyte. En cuanto a los políticos locales en otras ciudades afectadas por el desastre, corren el riesgo de perder el apoyo público si parecen ineficaces en la distribución de la ayuda y en hacer que el dinero de la ayuda sea útil para reactivar la economía local.

Estos 12 meses son un período de preparación para el gran año de Filipinas en 2016, cuando el país votará por un nuevo presidente. Es un año en el que el actual gobierno buscará dar pasos audaces para dejar un legado positivo y duradero mientras la oposición intenta presentarse como una alternativa creíble. Por ello, 2015 promete ser un año apasionante para la política filipina.